Lo que resta de 2020 y el próximo 2021 será, si cabe, aún más duro para las aerolíneas, que no ven luz en el horizonte. Tanto es así que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha hecho una revisión a la baja de sus previsiones para los próximos meses. El organismo estima unas pérdidas globales de 100.000 millones de euros para este año, muy por encima de os 84.000 que predijo el pasado mes de junio.
“Esta crisis es devastadora e implacable. Las aerolíneas han reducido los costes en un 45,8%, pero los ingresos han bajado un 60,9%. El resultado es que las aerolíneas perderán 55,6 euros por pasajero este año”, se indica desde IATA.
Para 2021, las previsiones son algo menos malas, con una estimación de pérdidas que superan los 32.000 millones de euros, más del doble de lo previsto a mediados de año.
En cuanto al volumen de pasajeros, la IATA calcula que en 2020 habrán volado 1.800 viajeros, una cifra equivalente a lo que la industria movió en 2003. El descenso es de más del 60% respecto a 2019, uno de los mejores años para la aviación, con 4500 millones de desplazamientos.
En este sentido, desde la Asociación confían en que los recortes de gastos aplicados por las compañías se combinen con el aumento de la demanda durante 2021, así como con la reapertura de las fronteras a pasajeros con pruebas Covid negativas, o bien con una amplia disponibilidad de una vacuna.
“Necesitamos reabrir las fronteras de forma segura y sin cuarentena para que la gente vuelva a volar”, reclaman desde la IATA. “No hay tiempo que perder”, proclama su director general y consejero delegado, Alexandre de Juniac.
