Desde hace semanas, varios aeropuertos a lo largo y ancho del continente europeo vienen sufriendo colas, retrasos y cancelaciones debido a la alta demanda de viajes. Una demanda que está siendo muy superior a las previsiones, incluso las más optimistas, que había en el sector. Una situación que se está viendo agravada por la falta de personal tanto en las propias aerolíneas como en los operadores de servicios en tierra.
Para evitar las imágenes de caos que ya se han podido ver días atrás, dos de los aeropuertos más importantes de Europa han decidido tomar medidas drásticas de cara a atajar la situación. Se trata de Londres-Gatwick y de Schipol (Ámsterdam). Ambos han decidido reducir el número de vuelos que operan en plena temporada alta.
En el caso del aeropuerto londinense, durante el mes de julio reducirá sus operaciones a 825 vuelos diarios, incrementando su oferta hasta los 850 en agosto. El objetivo es poder ofrecer a las personas viajeras un “servicio más fiable y de mejor calidad”, según señalan fuentes de Gatwick.
Mientras, en Schipol lo que se reducirá es el número máximo de pasajeros de salida, que variará entre los 67.500 de julio los 72.500 de los días de mayor actividad en agosto.
En sendos comunicados emitidos, señalan que de no tomar este tipo de medidas se producirán mayores colas, retrasos y cancelaciones de última hora, con las molestias que todo ello ocasiona a las personas viajeras.