Viajar al Reino Unido a partir del próximo día 15 de febrero será un poco más complicado. El gobierno británico ha anunciado una nueva batería de medidas que endurecen de forma considerable las condiciones de acceso al país. El ministro de sanidad, Matt Hancock, ha sido el encargado de comunicar en la Cámara de los Comunes esas nuevas medidas disuasorias con las que se busca reducir la tasa de contagio que acumula el país.
Entre ellas, destaca especialmente el anuncio de penas de hasta diez años de cárcel para aquellas personas que entren en el país si ocultan que han estado en alguno de los 33 países que Reino Unido considera de riesgo. La mayoría de estos países están ubicados en América Latina y África, pero también hay algún europeo como Portugal.
Del mismo modo, se ha establecido la obligatoriedad de realizar cuarentenas de diez días en hoteles expresamente habilitados por el Gobierno. Eso sí, con los gastos a cargo de la persona viajera. La estancia costará cerca de 2.000 euros. En caso de negarse a acatar este aislamiento, las multas se disparan por encima de los 10.000 euros.
La tercera medida anunciada tiene relación con las pruebas que deberán realizarse aquellos que quieran entrar en Reino Unido. Al test negativo que era obligatorio presentar hasta ahora, habrá que sumarle al menos otros dos más que se realizarán a lo largo del proceso de cuarentena, en el segundo y el octavo día.
Prórroga de la restricción de vuelos
En otro orden de cosas, el Gobierno de España ha decidido este martes prorrogar al menos hasta el 2 de marzo las restricciones existentes a los vuelos procedentes del Reino Unido. Se trata ya de la cuarta prórroga de una prohibición que entró en vigor el 22 de diciembre con el objetivo de frenar la propagación de la denominada cepa británica del coronavirus.
