En medio de una pandemia, con el tráfico aéreo viviendo desde hace casi ya un año una crisis sin precedentes y con un horizonte aún no demasiado claro. No parece el escenario más adecuado precisamente para lanzarse al mercado de las compañías aéreas. Pero nada más lejos de la realidad. De la mano, entre otros, de antiguos directivos de Norwegian y con su base de operaciones en Oslo, en los próximos meses se pondrá en marcha Flyr. Una compañía que pretende “contribuir a una aviación más sostenible para la economía, la sociedad y el medio ambiente”, según reza en su página web.
Si todo marcha según sus previsiones, las primeras operaciones de esta nueva aerolínea, creada desde cero, tendrán lugar el próximo verano. Principalmente, conectará el mercado doméstico noruego, pero también avanzan desde la compañía que operará en ‘destinos populares’ de Europa, aunque sin entrar en mayor detalle. “La adaptabilidad y la flexibilidad serán muy importantes de ahora en adelante, aunque el futuro parezca ahora más claro para el sector que hace unos meses”, señalan fuentes de Flyr.
El fundador de esta nueva compañía es Erik G. Braathen, que cuenta con una larga trayectoria en el sector. Estuvo al mando en Braathens Safe, compañía que su abuelo puso en marcha en los años 40 y que acabaría siendo adquirida por SAS. Posteriormente, ha ocupado diversos cargos directivos en Norwegian. En su opinión, y contrariamente a lo que pudiera pensarse el actual es un momento idóneo para lanzarse a una aventura de estas características puesto que “podemos obtener aviones modernos a precios razonables, contratar a los mejores empleados y construir una compañía totalmente digital con pocas dificultades, lo que resulta en costes bajos”.