El año 2020 será recordado como aquel en el que una pandemia global cambió los hábitos de la población mundial durante unos meses. El coronavirus ha supuesto un golpe a la línea flotación de la economía, afectando a todos los sectores, especialmente aquellos directamente perjudicados por las restricciones a la movilidad, como es el sector aéreo.
A finales del pasado año, la terminal de La Paloma cumplía 20 años operativa. Una celebración sin festejos ni alardes. Un simple recuerdo de lo que es una fecha histórica para esta gran infraestructura de Bizkaia. No era el momento. El aeropuerto de Bilbao ha visto como ha perdido prácticamente tres de cada cuatro pasajeros durante 2020: de rozar los seis millones de viajeros en 2019 a quedarse en apenas 1,69 millones de desplazamientos durante.
Sin embargo, el aeródromo vizcaíno mantiene su fortaleza en el norte de la península y confía en ir recuperando el pulso poco a poco a lo largo de 2021. Costará recuperar las cifras anteriores a la crisis de la Covid-19. Las instituciones son conscientes de la importancia de revitalizar el tráfico aéreo desde y hacia Bizkaia y afrontan con buena dosis de optimismo, aunque también con los pies en la tierra, los retos que presenta el futuro inmediato.
Ainara Basurko, Diputada Foral de Promoción Económica de Bizkaia
“Con el aeropuerto de Bilbao, tenemos una puerta de embarque al futuro. Y aunque el futuro es hoy un elemento cargado de incertidumbre, las instituciones vascas seguimos confiando y apostando por un desarrollo cohesionador que genere oportunidades para mejorar el bienestar de todos y todas las vizcaínas”, destaca Ainara Basurko, Diputada Foral de Promoción Económica.
“Bizkaia no sería el territorio que es hoy sin sus infraestructuras. Ni desde luego sin su aeropuerto. Probablemente sin una infraestructura de conexión con Europa y el mundo como es el aeropuerto, hoy no podríamos estar abordando algunos de los grandes proyectos en torno a las transformaciones energéticas, ni avanzando en la construcción de un hub de innovación, impulsando a nuestras empresas hacia nuevos mercados o atrayendo talento”, resalta Basurko. Del mismo modo, la diputada foral asegura que “el aeropuerto ha resultado crucial para el crecimiento de la economía vasca durante las dos última décadas”.
Para Ainara Basurko, el aeropuerto de Bilbao es “una puerta al exterior” que “genera oportunidades en ambas direcciones y que hace posible que hoy Bizkaia esté más conectada que nunca al mundo”. Un hecho que ha permitido y seguirá permitiendo en el futuro “que se nos conozca y que conozcamos mejor; que vengan a disfrutar de nuestros tesoros; que se queden para invertir y crear nuevas oportunidades; o que nos escojan para acoger las grandes celebraciones”.
Xabier Otxandiano, Concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao
En un tono muy similar se expresa Xabier Otxandiano, Concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento Bilbao, para quien el aeropuerto ha sido “la pieza que completaba la gran transformación de Bilbao junto con el Museo Guggenheim, el Metro, el Tranvía, el Palacio de Congresos y de la Música, la regeneración y saneamiento de la Ría, la Estación Intermodal…”. “Un aeropuerto que nos ha hecho tocar el cielo a la altura de la ciudad que hemos conseguido construir, porque la conectividad es una variable estratégica para mantener y reforzar la posición competitiva de Bilbao”, subraya.
Otxandiano se muestra convencido de que “la crisis pasará y volveremos a la senda del crecimiento con más vuelos y conexiones internacionales. Debemos seguir apostando por la inversión, para crecer en tamaño y servicios y ser un fuerte hub de Bilbao”. El objetivo es muy claro, y es que gracias a la buen labor desarrollada durante “estos últimos 20 años, el aeropuerto ha resultado ser un compañero de viaje clave para el desarrollo de nuestra Villa”. “Es por ello que Bilbao goza de una conectividad envidiable para cualquier ciudad de tamaño medio, convirtiéndose en cabecera para todo el norte del Estado”, señala.
Cristina Echeverría, Directora del Aeropuerto de Bilbao
“Confiamos en que con los tratamientos y vacunas para mitigar los estragos del Covid-19, el aeropuerto de Bilbao recupere los destinos que teníamos hasta marzo y podamos seguir trabajando para ampliarlos de la mano de las compañías aéreas”, manifiesta la Directora del Aeropuerto, Cristina Echeverría. En este sentido, sostiene que será “indispensable” seguir colaborando “codo con codo con todas las instituciones implicadas en la promoción del territorio, para hacer ver, como hemos hecho con éxito en los últimos años, que tenemos grandes atractivos para volar aquí”.
“Lo más importante que debemos valorar después de 20 años con la nueva terminal es que contamos con un aeropuerto que ha sido capaz de absorber el crecimiento de la aviación comercial ofreciendo un alto nivel de calidad a pasajeros y compañías aéreas”, indica Echeverría. Un hecho que ha permitido acompañar “de manera natural el cambio que han experimentado Bilbao, Bizkaia y Euskadi, con una apertura cada vez mayor al turismo global”.
Todo eso ha sido posible gracias a que “disponemos de un edificio terminal que aúna belleza y agilidad para los procesos, en el que los desplazamientos para los pasajeros son cortos, lo que facilita que la operativa fluya y no haya retrasos significativos, una de las cosas más valoradas por compañías y usuarios”. “Esto ha posibilitado que, junto a un destino cada vez más consolidado en el ámbito europeo, se haya pasado del entorno de los dos millones de pasajeros a final del siglo pasado a cerca de seis millones en 2019”, concluye.
