El Aeropuerto de Bilbao ha puesto fin a casi cinco años de trabajos para la mejora de su pista principal y diversos elementos de seguridad. Unas labores que se han venido desarrollando en varias fases desde finales de 2017 y que, una vez terminadas, suponen la renovación completa del asfalto de la 12-30, que es como se denomina la pista central de La Paloma.
La cada vez mayor intensidad de operaciones y aumento de entrada y salida de aeronaves en el aeródromo vizcaíno habían provocado el deterioro del firme. Por eso, se decidió sustituirlo por completo. Y se ha hecho sin suspender en ningún momento la actividad del Aeropuerto de Bilbao, motivo por el cual los trabajos se han demorado en el tiempo.
En total, se ha actuado sobre más de 166.000 metros cuadrados, que han sido recubiertos por una nueva capa de rodadura de entre cinco y diez centímetros de grosor. Durante este tiempo, también se ha renovado el pavimento de la pista secundaria, y se han adecuado las franjas de rodaje y los terrenos adyacentes.
Aprovechando estos trabajos, también se ha procedido a la sustitución y renovación de todos los sistemas de iluminación de las pistas, sustituidas por sistemas led para un mayor ahorro energético. Las torres de alumbrado de las plataformas de establecimiento de los aviones, el balizamiento de las calles de rodaje así como las farolas de los viales públicos también han sido renovados.